La
araña Camila
paseaba
feliz
y
encontró a su paso
un
árbol muy gris.
Él
estaba triste
sin
hojas ni flores,
lucía
sombrío
no
tenía colores.
Ella
presurosa
se
puso a tejer,
cubriendo
entre ramas
con
mucho placer.
Teje
que te teje
la
araña Camila
al
árbol va dando
imagen
de vida.
Pasado
unos días
todo
iba cambiando
las
ramas del árbol
se
iban adornando.
Con
redes de plata
en
donde caían,
mariposas
bellas
y
aves cantarinas.
La
araña Camila
siguió
su camino
dejando
aquel árbol
con
gran colorido.
Mathmer
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